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Cuarta unidad

La revelación de Dios

Stanza di Eliodoro, Stanze di Raffaello, Vatican Museums

(Foto —recortada— de edlimphoto en Flikr)

Sumario​​

 

Dios nos ha creado para vivir en comunión con él. Por eso tenemos un deseo natural escrito en nuestros corazones por Dios. Podemos llegar a conocer a Dios a través de su creación, al igual que podemos conocer a un artista a través de sus obras de arte. Sin embargo, también es fácil que olvidemos, descuidemos o incluso rechacemos explícitamente nuestro vínculo íntimo con él. Por eso, para ayudarnos a encontrarlo, Dios se nos reveló. Lo hizo gradualmente, a través de sus obras y de sus palabras. Pero en Jesucristo nos ha dado la plenitud de su revelación, de modo que no habrá ninguna nueva revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo al final de los tiempos. 

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Objetivos de aprendizaje

 

Habrás completado con éxito esta unidad didáctica cuando puedes explicar:

 

  • cómo podemos llegar a conocer a Dios a través de su creación, 

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  • por que Dios quiso revelarse a nosotros, y

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  • cómo Dios se nos reveló de hecho.  

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Introducción

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Creemos que Dios nos habla a través de la Biblia.

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...Los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra. (CIC 107).

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En las unidades anteriores, hemos visto varios principios de lectura que pueden ayudarnos a descubrir lo que Dios quiere revelarnos a través de este libro sagrado. En esta unidad veremos con más detalle el concepto de la Revelación de Dios. ¿Por qué y cómo se nos ha revelado Dios? Responderemos a estas preguntas presentando y explicando los números 26 al 73 del Catecismo de la Iglesia Católica. Conviene estudiar estos números conjuntamente.

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El hombre es "capaz" de Dios (CIC 27 – 49)

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El deseo de Dios

 

El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar. (CIC 27)

 

Leemos en los primeros dos capítulos del Génesis que Dios nos creó a su imagen y semejanza para conocerlo y amarlo, con el fin de vivir en comunión con él. En resumen, hemos sido creados por Dios para Dios. Por tanto, el deseo de él está inscrito en nuestros corazones. Por eso, nada en este mundo puede satisfacernos plenamente. Esto lo experimentamos en nuestras vidas. A menudo, los que disfrutan de todo lo que la vida puede ofrecer se sienten insatisfechos. También vemos cómo, a lo largo de la historia, la gente siempre ha buscado a Dios. Esto se refleja en el hecho de que hay tantas religiones en el mundo. “A pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, estas formas de expresión [religiosa] son tan universales que se puede llamar al hombre un ser religioso” (CIC 28).

 

Al mismo tiempo que buscamos a Dios, él no deja de acercarse a nosotros, llamándonos a él. “Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, "un corazón recto", y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios” (CIC 30).

                                                   

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Las  vías de acceso al conocimiento de Dios

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Podemos conocer a un artista a través de sus obras de arte. Tomemos como ejemplo al famoso pintor Vincent van Gogh. Es uno de los artistas más populares de todos los tiempos, pero solo vendió un cuadro en su vida. Por ello, a menudo vivió en una situación de pobreza. Además, padecía complejas dolencias psiquiátricas, agravadas por su excesivo consumo de alcohol y tabaco. Acabó suicidándose a los 37 años. Se piensa que "Los comedores de patatas" es su primera obra maestra. Su tema y sus colores oscuros reflejan la pobreza que vivió.

"The Potato Eaters" by Vincent van Gogh

(Vincent van Gogh, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons)

Su "Autorretrato con la oreja vendada" atestigua sus fuerzas renovadas y su intento de recuperación tras haberse cortado una parte del lóbulo de la oreja derecha durante un ataque maníaco. 

ā€œSelf-Portrait with Bandaged Earā€ by Vincent van Gogh

(Vincent van Gogh, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons)

Y la obra "Trigal con cuervos" revela su estado de ánimo deprimido poco antes de su muerte. Muestra pájaros negros volando en un cielo sin estrellas con tres caminos en un campo, que no van a ninguna parte.

ā€œWheat Fields with Crowsā€ by Vincent van Gogh

(Vincent van Gogh, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons)

Asimismo, podemos llegar a conocer a Dios a través de su creación, como dice el número 32 del Catecismo:

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El mundo: A partir del movimiento y del devenir, de la contingencia, del orden y de la belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del universo.

 

San Pablo afirma refiriéndose a los paganos: "Lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad" (Rm 1,19-20).

 

Y san Agustín: "Interroga a la belleza de la tierra, interroga a la belleza del mar, interroga a la belleza del aire que se dilata y se difunde, interroga a la belleza del cielo [...] interroga a todas estas realidades. Todas te responde: Ve, nosotras somos bellas. Su belleza es su proclamación (confessio). Estas bellezas sujetas a cambio, ¿quién las ha hecho sino la Suma Belleza (Pulcher), no sujeta a cambio?" (Sermo 241, 2: PL 38, 1134).

Photograph of Earth from space

((Foto de WikiImages en Pixabay)

Photograph of the Milky Way

(Foto de john Ioannidis en Pixabay)

Photograph of bee fertilizing flower

Estas escenas nos hablan del creador del mundo. Pero es a partir del estudio de la persona humana, creada a su imagen y semejanza, que podemos llegar a un conocimiento más profundo de Dios.

 

El hombre: Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En todo esto se perciben signos de su alma espiritual. La "semilla de eternidad que lleva en sí, al ser irreductible a la sola materia", su alma, no puede tener origen más que en Dios. (CIC 33)

Photograph of family happily together

(Foto de 460273 en Pixabay)

Photograph of children joyfully playing with water

(Foto de Sasin Tipchai en Pixabay)

Photograph of elderly woman

(Foto de Free-Photos en Pixabay)

El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos ni su primer principio ni su fin último, sino que participan de Aquel que es el Ser en sí, sin origen y sin fin. Así, por estas diversas "vías", el hombre puede acceder al conocimiento de la existencia de una realidad que es la causa primera y el fin último de todo, "y que todos llaman Dios". (CIC 34)

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Dios revela su designio amoroso (CIC 50 – 67)

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Pero aunque hayamos sido creados por Dios para vivir en comunión con él, y aunque podamos llegar a conocerlo a través de su creación, al mismo tiempo, es fácil que olvidemos, descuidemos o incluso rechacemos explícitamente nuestro íntimo vínculo con él. “Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos: la rebelión contra el mal en el mundo, la ignorancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas, el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios y huye ante su llamada." (CIC 29).

 

Para ayudarnos a encontrarlo, Dios se nos reveló.

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Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelación divina. Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo. (CIC 50)

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Los números 51 al 67 del Catecismo explican sus motivos. 

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Dios, que "habita una luz inaccesible" quiere comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por él, para hacer de ellos, en su Hijo único, hijos adoptivos. Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas. (CIC 52)

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Estos números también explican cómo lo hizo. Dios se nos reveló gradualmente "con obras y palabras que están intrínsecamente unidas entre sí" (CIC 53). Se dio a conocer por primera vez en los albores de la historia humana, a nuestros primeros padres. Y, después de que nuestra comunión con él fuera destruida por el pecado de ellos, continuó revelándose. Estableció una alianza con Noé (véase CIC 56 al 58), eligió a Abraham como padre de una multitud (véase CIC 59 al 61), y formó a su pueblo, Israel (véase CIC 62 al 64). Los israelitas fueron el primer pueblo que conoció a Dios y lo llamó su señor. Dios les habló a través de Moisés y les dio su ley. También les defendió de sus enemigos y les habló a través de los profetas. Estos acontecimientos, descritos en el Antiguo Testamento, prepararon a un pueblo para la venida del Hijo de Dios, Jesucristo. Él es la culminación de esta revelación.

 

En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas. En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos. (Heb 1, 1-2)

 

Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre. En Él lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta. (CCC  65)

           

Jesucristo es la plenitud de la revelación de Dios por lo que no habrá ninguna nueva revelación pública antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo (véase CIC 66).

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Tareas

 

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  • Explica usando tus propias palabras el sentido de la siguiente frase: 

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Creado a imagen de Dios, llamado a conocer y amar a Dios, el hombre que busca a Dios descubre ciertas "vías" para acceder al conocimiento de Dios. (CIC 31)

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  • Si podemos llegar a conocer a Dios a través de su creación, explica por qué Dios decidió revelarse. 

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  • ¿Cómo se reveló Dios?

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